Manejo mediático: el caso de Inés Pérez Concha.
Fernando Vásquez González
Antropólogo
Entrevistada por el canal
Chilevisión para su noticiero respecto a la situación de las “nanas” (asesoras
del hogar, empleadas domésticas) en la urbanización de Chicureo. Chicureo lugar
de residencia preferido por una clase de emergentes aspiracionales (los
arribistas de antaño), que tratando de marcar diferencia buscan separarse del
resto de la comunidad como gesto para cortar con el pasado. Se reúnen en
condominios (guetos para privilegiados), de casas amplias, iguales entre sí,
aisladas fortalezas para defenderse de la amenaza que habita extramuros, la
política del miedo los cohesiona en el encierro, manifiestan temor al pobre, al
mismo pobre que los atiende.[i]
Esta clase arribista compuesta de
nuevos ricos nacida durante las últimas décadas, imbuidas en los ideales de la
competividad y de la división social estricta busca ser servida. Entonces
tenemos que Chile es uno de los países que mas asesoras del hogar (las antiguas
empleadas domésticas y eufemísticamente llamadas “nanas”) tiene; símbolo de
status de una clase emergente que busca desmarcarse de aquellos que quedan
abajo y tratando de emular a los de mas arriba, su lógica imperante es que unos
nacen para servir a otros nacidos para ser servidos, y como los emp0leados les
recuerdan sus oscuros orígenes los discriminan.
Uno de estos condominios, El
Algarrobal 2, hizo circular una normativa para impedir el libre tránsito de las
“nanas”, jardineros y otros trabajadores por las calles y veredas del recinto;
el motivo es la posible entrega de información a delincuentes. Luego saldrían
casos similares en otros condominios del sector. La persona desde la entrada
del condominio hasta su lugar de trabajo es sospechosa de robar o datear a
delincuentes; en este trayecto los transeúntes, ajenos al recinto, se les niega
la presunción de inocencia vulnerando la igualdad ante la ley, además del
derecho a circular libremente. Alarma pública: discriminación, se encendieron
luces de alerta y todos se volvieron defensores de la tolerancia y el respeto;
transmisiones en directo desde cestos lugares, entrevistas a abogados y a
trabajadores, especialmente a “nanas”, sobre tan polémico asunto.
Esa semana de enero prácticamente
guío la pauta de muchos matinales de televisión chilena. En “Buenos días a
todos” (TVN), en su emisión del día 10, los conductores[ii]
terminaron defendiendo al condominio. Como estos lugares poseen buses de acercamiento
las “nanas” no caminan tanto, y ella que veranea en condominio, según sus
propias palabras, usa este transporte como muchas otras personas y que las
“nanas” van felices. Entonces asesoras del hogar, jardineros, visitas,
residentes, todos contentos al compartir el espacio interior de un bus, se
cumple de la sociedad ideal donde empleados y patrones van contentos sin lucha
de clases porque cada uno sabe cual es su lugar en la sociedad.
En un primer momento su
intervención fue editada dando la impresión que ella se manifestaba a favor de
la discriminación de las asesoras de hogar, produciendo una airada y feroz
reacción contra sus dichos; críticas que llegaron al extremo de publicar, vía
Internet, sus datos familiares y personales. De inmediato comenzó la contra
reacción por medio de su esposo alegando que los comentarios fueron sacados de
contexto y de la difusión en extenso de la entrevista dada.
Vuelco total. Ahora todos los
canales, todos sus programas, hablaron de la “mala jugada” realizada, se rasgaron
vestiduras en nombre de la ética, de lo que era el buen o mal periodismo, de la
destrucción de imagen, así, todos solidarizaron con la “pobre señora y su
familia” tan expuesta a la crítica fácil y anónima de las redes sociales. Pero
¿realmente fue sacada de contexto?, ¿realmente ella no discrimina?, es cierto
hay algo peor, no reconoce que discrimina porque lo considera parte natural de
la sociedad. ¿Cómo?
La señora Pérez Concha inicia la
entrevista con la siguiente declaración: “tengo
a mi nana que esta hace un año…todas las tardes sale con mi hijo a andar en
bicicleta, con o sin delantal. Sale a la avenida principal, sale por los
pasajes, se junta Con otros niños y otras
empleadas y jamás ha recibido una discriminación, o sea a ella jamás la
han parado y le han dicho…’sabes tu andas con delantal, eres empleada y no
puedes caminar’. Jamás”[iii]
Claro que olvida que anda
cuidando el paseo de su hijo, que está trabajando, y no gozando de horas
libres, además ¿cómo los guardias van a obligarla a subir al furgón dejando
botado al niño? Sin embargo por esta declaración comenzó la vuelta de chaqueta
de quienes la criticaron en los medios; la nana cumple con su deber, nadie la
critica ni discrimina por ello porque es su trabajo, de lo contrario las penas
del infierno.
La idea expuesta por Inés Pérez
Concha representa su visión de mundo. Para ella es de lo más normal la
jerarquización social, además cree como lógico que hayan personas que deben
ocultarse porque no pueden caminar juntas ni menos por los mismos lugares, ni
cruzar miradas. Ella no dice eso, en ninguna parte, de toda la entrevista,
habla de jerarquía o de q1ue unos tienen derecho y otros no; de forma explícita
no, sin embargo deja traslucir ciertas representaciones sociales aprendidas en
colegios religiosos católicos que enseñan la jerarquización como orden social.
Sale en defensa de que las “nanas”, y demás trabajadores, tomen buses de
acercamiento a sus lugares de empleo porque, en algunos casos, tendrían que
caminar dos o tres kilómetros.
Volviendo a la entrevista
encontramos expresiones como:
“Te imaginas acá en el condominio caminando a todas las nanas caminando
afuera, todos los obreros caminando por la calle y tus hijos ahí en bicicleta?”
Quienes tienen derecho a caminar
o esto queda restringido según horario. Si la señora Inés Pérez no quiere que
sus hijos vean a los trabajadores bueno, entonces, no los deje salir de casa a
esa hora, pero que no prohíba a los obreros caminar. Cada vez que sus niños
salgan a la calle del condominio verán a las “nanas”, y otros empleados, tomar
un bus que los saca de la vista porque no les esta permitido caminar, y así
crecerán pensando que eso les está negado a cierto sector de la población y
esos son los sirvientes. Claro, ellos trabajan para mi, luego se van en los
buses hasta el otro día su suerte no me interesa hasta el otro día cuando
estén, de nuevo, bajo mis órdenes; precisamente cada grupo vive feliz porque
están cumpliendo con sus funciones naturalmente dadas.
El condominio se convierte en
territorio exclusivo para sus residentes, donde los trabajadores y no
residentes pueden pisarlo en horarios restringidos.
En otro punto de la entrevista
señal que “acá la única obligación que
tiene mi nana es que al ingresar a las ocho y media de la mañana y al retirarse
a las seis de la tarde lo tienen que hacer en un furgón”.
Primero que alguien trabaje once
horas y media, a esto agregar el tiempo que demora entre su casa y el recinto
residencial aquí es válido preguntarse por la vida de las asesoras del hogar:
en que momento descansa, su vida familiar, cuidado de hijos, ¿no será mucho
sacrificio familiar y luego soportar humillaciones? Si la jornada, para la
mayoría, es de ochos horas como se realiza esta que parece ser la explotación
máxima: por la carga horaria, por la dificultad de moverse al interior del
condominio, por tener lugares definidos para ella al interior de las casas
porque deben almorzar una comida diferente, porque se les obliga a usar
delantal para identificarse como tales y así diferenciarse de los residentes de
los no residentes y de otros trabajadores.
El uso del furgón de acercamiento
en invierno por las inclemencias del tiempo (frío, lluvia) y en verano por las
altas temperaturas su uso se vuelve indispensable, pero, claro, si uno quiere caminar
debe estar en la libertad de hacerlo.
“¿Te imaginai tú en invierno con lluvia y truenos, todas las nanas
caminando por el condominio? O sea más encima es un servicio gratis, que todo
el condominio le estamos pagando y la gente no lo disfruta”.
Las buenas intenciones saltan a la vista, a
pocas personas les gusta caminar bajo el agua, y si es beneficio de los
empleados es algo positivo. Pero terminar diciendo que “es un servicio gratis…”
ya es algo cercano a la falta de respeto; es como pedir que se den con una
piedra en el pecho, como se dice popularmente, porque tienen ese servicio y que
no aprovechan dice en tono de ofendida la señora Pérez.
Si los medios, mejor dicho los
periodistas, se hubieran dedicado a ver la entrevista completa, leyendo cada
palabra en su contexto, relacionándolas con los sucesos no habrían tomado la
postura de “inocencia” como legítima frente al “mal actuar” de Chilevisión.
[i] Se expuso que según los
datos manejados por los administradores de condominios el 90% de los delitos
son por datos entregados por el personal de las casas. Las medidas discriminatorias son para
defenderse de esta situación.
[ii] En especial la periodista Mónica Pérez. Ella
una semana antes frente a la noticia de la muerte de un trabajador del mall
Alto Las Condes que cayó al apoyarse en una baranda para fumar, la periodista
se dedicó a desviar el tema de la seguridad laboral al mal que produce el
tabaco y que debería prohibirse. Ataca la conducta individual y no el problema.
[iii] Todas las declaraciones fueron tomadas de la
página web: www.elobservatodo.cl/node.23037
acceso: marzo de 2012.