lunes, 18 de agosto de 2014

Participación ciudadana y reconstrucción Liceo. Apuntes para una discusión.

Participación ciudadana y reconstrucción Liceo. Apuntes para una discusión.

Fernando Vásquez G.
Antropólogo

I.                    De los recuerdos y otras hierbas.
Uno de los liceos más antiguos de Chile, su edificio el más antiguo en pie dedicado a la educación, su edificio Monumento Histórico Nacional emplazado en el centro cívico administrativo e histórico de la ciudad de San Fernando. Por sus aulas, pasillos y patios estudiaron, y convivieron, decenas de miles de alumnos, venidos de los más variados puntos de la provincia, en más de un siglo de vida. Terremotos y temporales de viento y agua lo han golpeado; luego del “11” los militares “golpearon” a alumnos y profesores, memorable escena esa donde el capitán Manríquez, jefe del Servicio de Inteligencia Militar Local, reconocido torturador y diplomático durante de los gobiernos de la Concertación, copando el Liceo al mando de sus fuerzas y llamando al orden a sus alumnos;  como no olvidar que la licenciatura de ese año fue realizada bajo la atenta mirada de soldados armados. Reforma educacional y municipalización, la primera corporación educacional sanfernandina quebrada, luego la privada Corporación Educacional “Alonso de Ercilla” el mismo camino del desastre financiero, vuelta al municipio. Entre medio el terremoto de 1985 y abandono temporal del primer patio, ese patio que vio juramentarse al 4° C 1975 que aún sigue reuniéndose, el mismo curso que en 1973 no pudo realizar una velada por causa del golpe. Ese ´primer patio que en noches de licenciatura veía entrar la antorcha encendida, la misma de su insignia alumbrando el futuro de las generaciones que partían a la vida; al momento que el abanderado traspasaba el estandarte. Ese primer patio que disfrutó de logros deportivos en básquetbol y en gimnasia; ese primer patio abandonado excepto por las palomas luego que don Miguel Ibarra nos abandonara sin recibir su jubilación mudo testigo de transformaciones y desidia de autoridades.
Terremoto de 1985 y las construcciones de adobe dejan de servir como edificios destinadas a educación.
Los años pasan, cada vez más abandonado, deteriorándose poco a poco ante la pasiva mirada y, prácticamente nula acción de la comunidad, salvo el loable trabajo quijotesco del Centro Cultural Neandro Schilling; la organización que más actividades culturales desarrolla en San Fernando siempre con gran afluencia de público. El Liceo se desarma, cae a pedazos convirtiéndose en metáfora de la educación pública chilena: las dos en ruinas. Pero también las ruinas son el recordatorio de que ningún sueño humano es eterno, nos recuerdan constantemente el paso inexorable del tiempo.
La propuesta es presentada para su aprobación, dibujos y fotografías para encantar al público que dará su visto bueno como si fueran personas sin pensamiento, reflexión o crítica; los gobiernos articulan su dominio sobre estos seres y buscan su “legitimación” mediante la “participación/consulta ciudadana”.
La restauración, tal como fue presentada, origina un lugar sin significado, un lugar dedicado al espectáculo, un lugar de tránsito. Más que la Historia es la Memoria, son los recuerdos, son los hitos simbólicos que cada persona asigna pero que perdidos quedan ante el espacio aséptico presentado. Es la idea de concretar espacios ordenados, esterilizados, hay miedo a la contaminación, miedo a la diversidad mientras se dan mil vivas a la homogeneización cultural y al pensamiento que suma ‘0’ (cero); es el miedo permanente del poder al pueblo especialmente cuando este piensa.
Cuando las palabras faltan las palabras de la institucionalidad aparece el chantaje emocional: los proyectos deben mostrar números azules de lo contrario no son financiados, dice un funcionario municipal; es así como se pierden muchos sueños. Hace muchos años escuché que la democracia no puede quedar supeditada a la economía, si eso pasa ya no es democracia; aquí es lo mismo, el proceso democrático de consulta queda nulo si va contra lo ideado de acuerdo a parámetros económicos racionales. Por el chantaje cae mucha gente sin darse cuenta que les están conculcando sus derechos, caen pensando que los técnicos son los “sabelotodo” dioses que bajaron a solucionar la problemática. Un número azul es lo que se necesita para su financiamiento, herencia de la dictadura y de sus celadores concertacionistas que nos dejaron sin “proyecto de país” y convirtieron al país en una “bolsa de proyectos” donde impera la lógica de la competencia.
Dirán que muchas inversiones dejan edificios vacíos porque las personas no los ocupan, dicen que es por mala gestión (otro concepto neoliberal unido al de competencia), la pregunta surge cuando pienso que si no se toma la opinión de la gente, que verdaderamente sabe lo que ocurre, ¿Cómo quieren que ellos lo ocupen si no los sienten como propios?, ¿Cuántos de estos espacios no representan el sentir de la comunidad quienes los encuentran ajenos sin atisbo de significado?



II.                    Como conclusión.
Según lo comentado la restauración del Edificio Histórico del Liceo Neandro Schilling es parte de un plan mayor de rehabilitación urbana: la creación de un paseo semi-peatonal uniendo la Plazuela-Iglesia San Francisco (otro monumento nacional que requiere reparación) y la Parroquia-Plaza de Armas-Liceo; un importante eje urbano, donde pasa la mayor parte de la locomoción que va al sector norponiente de la ciudad, emplazamiento céntrico destinado al comercio y a actividades recreativas-culturales.
Ahí, frente a la Plaza, por décadas el principal edificio de la provincia dedicado a la educación, hoy deteriorado, va a dar paso a un espacio destinado al espectáculo…de la educación pública a símbolo del consumo de espectáculo.
Restauración para revalorizar el Patrimonio con consecuencias buscadas en el turismo, en dotar de más áreas comerciales y espacios para la “recreación cultural”; en su interior la Biblioteca, Museo Pedagógico, Auditorio, baños, salas multiuso, cafetería, y otras cosas más. Tenemos el uso de la cultura para impulsar la gentrificación de la ciudad, vamos creando espacios vacíos carentes de contenidos, sin Memoria. Soy consciente que el ordenamiento territorial puede llegar a definir a una sociedad, si ese ordenamiento nos da estos lugares limpios, asépticos, sin contaminación y, junto con ello, sin Memoria, nos quedamos sin futuro.

San Fernando, agosto 2014